Basil y Tsuna están en uno de sus múltiples entrenamientos, sin embargo, Tsuna consigue vencer a Basil haciendo que este salga malparado con, aunque leves, numerosas heridas, por lo que deciden volver a casa aprovechando que estaba oscureciendo. Allí el joven Vongola le proporcionará toda su atención para intentar lograr sanar sus heridas.