Creo que si tuviera que elegir entre la vida real y un mundo virtual no tendría respuesta. Porque la razón de gran parte de mi felicidad la tiene ese pequeña fantasía virtual en la que a pesar de hablar con personas que no conoces o si quiera sabes que existen en verdad te sacan millones de sonrisas. Pero tampoco podría decir adiós al mundo real ya que el también me ha sacado grandes sonrisas y momentos con personas que si conozco y no quisiera perder. Pero poco a poco la gran mentira virtual en la que me he metido comienza a consumirme, y no estoy segura de que lo pueda dejar después de haber conocido gente que de verdad ha cambiado mi forma de ver las cosas y completamente mi vida. Es tan difícil cuando quieres a alguien y esas personas viven al otro lado del mundo, la vida es tan injusta.