Elise es muy rebelde y grosera. No sonríe nunca y esto llama la atención de un chico, un chico que se propone cambiar esa fachada de niña fuerte y ruda y hacerla sonreír de vez en cuando. Puede que sea una misión imposible pero esto no detendrá al muchacho de dejarle notas en su pupitre todos los días para tratar de alegrarla un poco. Elise parece difícil y no desiste ante la voluntad de éste desconocido y así solo lo motiva a seguir.