-Al fin al cabo, ¿cuál fue su historia? -preguntó la pelinegra sentándose a mi lado y haciéndome una coleta para poder verme el rostro -Fuiste su incendio, no su ilusión, princesa Y aunque me convenza y terminemos ente lágrimas y alcohol, a la noche le faltarán horas y a mi palabras.All Rights Reserved