»Donde Hubo Fuego Cenizas Quedan«
Tal vez esta frase sea más empleada respecto a el amor, pero este no es el caso (por lo menos al comienzo)
El fuego es el pasado, que creyó haberlo apagado del todo pero se olvidó de las cenizas que volvieron a encenderse.
Y ese fuego que está de vuelta, ella sin saberlo tiene nombre y apellido.
Harold Azuara.
Me mordía el labio inferior, comenzaba a sangrar pero no me importaba. El dolor que provocaba morderlo no era nada comparado a lo que estaba sucediendo. Nada.
Estaba reteniendo la rabia, o al menos intentándolo. «No puede ser, no de nuevo», murmuraba entre dientes tratando de convencerme a mi misma. El pasado me perseguía. Pensé que no sería así pero al parecer... era inevitable. Mis dedos se encontraban helados aún estando frente del potente fuego que provenía de la chimenea.
Otra vez ese imbécil, ¿Por qué mi madre tuvo que involucrarse con él? Escuché que la puerta se abría y pasos se aproximaban hacia donde yo me encontraba. El sujeto carraspeó.
-Señora -dijo suspirando- Yo...
-No hables -lo interrumpí, no era momento para que se compadeciera de mi.- Vete.
-Lo siento -se disculpó Gasper y se dirigió a la puerta.
Agarré mi cabello presionándolo, mis ojos se encontraban cerrados debido a la frustración que sentía en aquel momento, mientras lágrimas brotaban de ellos.
Era verdad, la habían matado y todo era por su culpa, y en parte mía. Mierda, ¿por qué ella tuvo que ser mi madre?
Pero no valía nada lamentarme; lo hecho, hecho estaba. No iba a lograr revivirla. Ni aunque fuera el deseo más grande que tenía y seguiría teniendo. Habían matado a mi hija.
Desde hace más de 3000 años, el Halloween ha sido una época de misterio y magia. Se cree que en esta noche los espíritus deambulan por la Tierra, acompañados de criaturas mágicas como hadas y demonios. Para Alyssa, esta festividad era la más emocionante de todas. Le encantaba disfrazarse y dejar volar su imaginación sin límites. Pero, ¿qué pasaría si descubriera que algunas leyendas y cuentos no son solo producto de la fantasía?
Ten cuidado, porque los monstruos más temibles se esconden detrás de máscaras. Y, ¿qué tal una máscara de un dios de ojos azules como el hielo y un cuerpo que hace temblar de deseo, vestido de cuero? Alessa no debía llamar la atención de ese enigmático hombre, pero el miedo tiene muchos ojos y puede ver cosas que están debajo de la tierra. A veces, el mundo de los vivos se entrelaza con el de los muertos.
Deja que el terror forme parte de esta noche mágica, porque ahora eres la obsesión de un monstruo sensual y ardiente. Todo lo que siempre has deseado está al otro lado del miedo.
¿Te atreverás a enfrentarlo?