En medio de la monotonía, con las ganas, las hormonas y las ansias a flor de piel. Cambiar, romper, salir, buscar, explorar, experimentar, perderse en lo nuevo, en lo desconocido, en lo extraño, en lo exótico. Ése es el punto exacto entre la adolescencia y la adultez donde, por lo general, se encuentra alguien cuando ve la convocatoria Erasmus colgada en un tablón de la universidad. Y ese es el impulso que lleva a escribir nuestro nombre en las listas. Y es que hasta da igual el destino, por tal de salir de lo que conocíamos como mundo, aunque al final sea para darnos cuenta de que realmente no sabemos nada.
Finalmente, aceptas y firmas, metes tu vida en las maletas y pones rumbo a la aventura, sin ser ni mínimamente consciente del completo giro que dará tu vida, ya sea por las buenas... o por las malas.
Historia de mi experiencia Erasmus en Montpellier, Francia.
Un hombre común y corriente muere y se reencarna en el mundo de Danmachi. Termina naciendo como el último verdadero dragón. Únete a Draco en su viaje por el mundo de Danmachi y observa cómo se abre paso entre la locura de Orario y las conspiraciones que se esconden bajo la ciudad.