Muchas veces cuando nos enamoramos nos cegamos y no deseamos ver lo que es esa persona en realidad, nos tapamos los oídos con las manos y los ojos con una venda, aunque sabemos lo que en realidad sea esa persona... simplemente nos cuesta admitirlo. Y pensamos que eso es amor... cuando en realidad puede ser solo una obsesión ... esta historia demostrará que nada es lo que parece ser, y que no siempre eso que sentimos y que llamamos amor nos puede hacer felices y solo puede llevarnos a la destrucción...