Cuéntase -pero Alah es más sa
bio, mas pruden
te, más poderoso y más benéfico- que en lo que trans
currió
en la antigüedad del tiempo y en lo pasado de la edad, hubo un rey entre los reyes de Sassan, en las islas de
la India y de la China. Era dueño de ejércitos y señor de auxi
lliares de servidores y de un séquito numer
oso.
Tenía dos hijos, y ambos eran heroicos jinetes, pero el mayor valía más aún que el menor. El ma
yor reinó
en los países, gobernó con justicia entre los hombres, y por eso le querían los habitantes del país y del re
i
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no. Llamábase el rey Schah
riar. Su hermano, llamado Schahza
man; era el rey de Samarcanda . fin