Era una fría noche de invierno y miraba mi pálido reflejo entre las ondas que el viento creaba en un mísero charco. Sabía en lo que me había convertido y sabía cuál era mi destino.
Y sí, hay errores que no se pueden perdonar...
COMENZARÉ A EDITAR LA NOVELA PARA MEJORARLA . PERDÓN POR LOS ERRORES QUE HAYA.
Abro mis ojos, cristalizados por las lágrimas, incrédula. No puedo creerlo. Es imposible que sea así pero lo estoy viendo. Está sacando fuego por su mano.
Pero ahora lo entiendo. Entiendo porqué siempre tiene el cuerpo ardiendo y porqué siempre parece tener calor. También entiendo porqué siempre tengo frío y mi piel está helada.
Soy como él.