Las vidas de Dean Winchester y Castiel Novak iban "relativamente bien"... no se quejaban, les pudo haber tocado peor. El transcurso de su vida hubiera sido igual de no ser por un detalle que cambió en los últimos días: Dean es un modelo, odia trabajar con hombres. Castiel es un fotógrafo profesional, y acaba de ser contratado para trabajar con un tipo engreído que lo hacen llamar "Dean". Fantástico, lo que más querían, el mejor cambio en sus vidas.