Mira, princesa- dijo él agarrándola de la mandíbula- ante de que alguno de ellos te encuentre tú estarás en mi cama y en la parte de atrás de mi moto, y te puedo asegurar que no querrás irte jamás.
Su cara de ángel e inocencia ocultaba la oscuridad que llevaba por dentro y no le importo arrastrarme a su infierno.
~Los secretos nunca serán la mejor opción