Son las 2:00 a.m. Otra vez no puedo dormir. Vuelvo a pensar, vuelvo a extrañar, vuelvo a querer. Dicen que el tiempo todo locura, pero sinceramente, no sé si algún día, aunque hayan pasado meses y años, podré superarlo, podré mirar atrás y no sentir ese amor que habita en mí involuntariamente, ese dolor que me está consumiendo y no me deja olvidar lo ocurrido. Y es que hubiera preferido un golpe físico, antes que este golpe de realidad emocional. Así que solo me queda callar, olvidar no es una opción.