Se puede ser un negacionista -un incrédulo en todo lo que tenga que ver con el evento histórico conocido como el Holocausto llevado a cabo por los Nazis actuando bajo órdenes directas de Adolfo Hitler y Heinrich Himmler- sin ser un simpatizante Nazi. Después de todo, el gran abuelo del negacionismo Paul Rassinier, quien fuera atrozmente atormentado por los Nazis y llevado hasta los mismos linderos de la locura y los límites del dolor extremo con lo cual seguramente quedó traumado de por vida con el equivalente de un síndrome de Estocolomo extremo (El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo) no era un Nazi, era de hecho un comunista. (Al igual que el famoso caso de la heredera Patty Hearst que tras ser secuestrada por el Ejército Simbionés de Liberación terminó sirviendo incondicionalmente a sus captores incurriendo en actos fuera de la ley, Paul Rassinier después de haber sido sometido por los Nazis a martirios atroces terminó convirtiéndose en un apologista de sus verdugos que lo llevaron a los límites de la locura). Pero es imposible ser un Nazi o un neo-Nazi sin ser un negacionista, ya que es "obligación sagrada" de todos los ultraderechistas contemporáneos el restaurarle su "honor" a Hitler y a Himmler pese a que ambos demostrando ser unos viles cobardes se hayan quitado ellos mismos sus propias vidas antes que confrontar los crímenes que sabían que les serían achacados a ellos. Este libro es el resultado de una extensa investigación acerca del Holocausto nazi. Es una refutación definitiva a todos los argumentos de los llamados 'negacionistas del Holocausto'.All Rights Reserved