Lía Reynolds era afortunada en muchas cosas pero desafortunada en otras.
No pidió ser abandonada por su madre al ser una niña pequeña, no pidió nacer como la hija de un mafioso lo cual ponía en riesgo su vida.
Ella trataba de vivir "normal" como cualquier otra chica, lo más normal que se pudiera cuando había gente cuidándote a todas horas. Siempre oculto a lo que su amado padre se dedicaba más que nada para que las personas no se alejaran, no era demasiado social pero había logrado hacer una buena amiga que siempre le hacía compañía.
Debió imaginarlo o suponerlo, tarde o temprano ser una Reynolds le traería serias consecuencias, más cuando se volvió el blanco de los enemigos de su padre. Desconocía los negocios o más bien los planes que realizaba su padre pero eso a las demás organizaciones no le interesaba en lo más mínimo por lo cual ella tendrá que ver la manera de volver nuevamente a la libertad, claro que muchas cosas se cruzaran en su camino para lograrlo, creía tener previsto todo pero no tenía pensado enamorarse de la persona incorrecta.
Una historia entre ellos dos comenzará, pero la pelea por separarlos iniciara, y no solo sus padres querrán que se mantengan alejados, después de todo ellos no son las únicas personas en este negocio.
¿Estaba dispuesta a pagar el precio de su inesperado amor?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...