Unos ojos crueles que fijaron su atención en un corazón amable y frágil. Kougyoku, la octava princesa del Imperio Kou, decide hacer a un lado sus emociones por el Rey de Sindria y buscar alguna posibilidad de cumplir su deseo de enamorarse, cuando la imagen de cierta persona aparece en sus pensamientos, preguntándose si alguien como él es capaz de tener sentimientos que van mas allá de esa actitud rebelde y destructiva, tratandose del magi de dicho reino, Judar.