Si nunca amaste, yo te puedo asegurar que duele, en verdad si, duele haber amado tanto para nada, haber luchado y dado todo para terminar como todo lo demás, en polvo y poco más. Duele que hayas apostado tu vida, todo, tus sentimientos, creyendo que habría una pequeña esperanza que mantendría vivo el fuego denominado también como amor, para volver a estamparte con el suelo. Pero en el caso de Brandon, alejarse fue lo mejor que pudo haber hecho.