"La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor." Gia Isabella ingresó a la academia de música con la que siempre soñó de niña. Era su lugar, la música y su instrumento lo formaban todo para su felicidad. Pero Gia nunca tuvo en cuenta que de ciertas cosas no se puede huir, que cuando algo debe suceder... pasará sin evitarlo. Y esa es la pequeña parte con la que no contaba: El amor.