Recuerdos de una melancólica en crisis

Estaba harta, de sentir tanto, decir poco, contenerme, guardarlo y siempre sonreír.
Mi pecho dolía, el drama regresaba como un cuervo negro en el desván, no moría, pues considero que había cosas que aún valían la pena, pero al contarlas eran pocas.
La cabeza estaba tan revuelta, como lo que llamamos vida, perdida en un camino sin luz, siguiendo una vertiente desconocida, remando contra corriente.
Así soy yo ahora, una melancólica que se pierde descubriendo su existencia, intentando superar viejos amores, viejos traumas, fantaseando con lo imposible y revuelta sin una definición.
No se si considerarme incomprendida o única, pues el mundo está lleno de eso, de locos, fracasados, de penas, tragedias y pequeños capítulos de felicidad, no sé si esté enamorada, agradecida, o quizás necesite que me apapachen.
No escribo de maravilla, pues tengo crisis en letras, en personalidad, emociones y decisiones, soy un ser humano lleno de historias como tú que me lees, pero intentaré narrar cada una de ellas, sin perder un detalle, y así recuperar mi fuerza, o darme cuenta que quizás, sin duda alguna, la creación de letras, palabras y contextos no es lo mío.
Dejando una historia común, con personas comunes y para personas sin definición o rumbo.

-Keara Wells, una melancólica en crisis.