"-Creo que todos venimos aquí por algo - digo sonriendo. Esa sonrisa ladeada que realmente esconde dolor, dolor que nadie ve.
-¿Y a qué? - pregunta él frunciendo el ceño.
-No lo sé. Algunos vienen a mejorar las vidas, otros a arruinarlas - respondo en voz baja.
-¿A qué viniste tú?
Lo miro antes de contestar, apretando los dientes.
-Yo vine a destruirme."
Lex cree que todos tienen un propósito en la vida. Aunque nadie está ahí para escuchar sus problemas, ella está dispuesta a oír los de todos sin pedir nada a cambio, grabando el dolor silenciosamente en su piel, embotellando sus emociones y dejando que algo dentro suyo se quiebre lentamente.
Pero está harta. El día que comience a volverse un esqueleto ligero como el viento, destructivo como el fuego y lleno de lágrimas, ese día entenderá que el mundo puede hacer más daño que cualquier otra cosa que haya existido jamás.
ÉSTA ES UNA HISTORIA REAL, NADA DE DRAMA QUE INICIE INSPIRE O PONGA DE EJEMPLO A SEGUIR. LOS NOMBRES HAN SIDO INTERCAMBIADOS, TE PIDO DISCRECIÓN. SI NO ESTÁS DE ACUERDO CON ALGO, COMENTA, MÁS NO INSULTES. NO PROMUEVO NADA DE LO AQUÍ MOSTRADO.
DI NO AL PLAGIO.
Historia de Ovidio Guzmán López.
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No había forma de que un amor tan prohibido acabara bien, aún así Ovidio Guzmán y Atenea Salas creyeron el uno en el otro, o eso parecía...
En el amor y en la guerra lo que importa es la lealtad, cuando está se traiciona no queda más que pelear.
El le confiaba a ella su vida, pero no la de su familia.
Ella le confiaba a el su muerte, pero no la de su gente.
Un consejo de su padre nunca lo dejaría caer, de un ratón no solo tiene el apodo y su sangre Guzmán le daría la agilidad