--Sentado a oscuras, a oscuras de un día gris, acompañado por la voz de Sting y sus otros dos mosqueteros (The Police), me temo que he metido "la pata". Esta vez debo re-inventarme, o morir envuelto por celdas, columnas y filas de un excel. Que no se me olviden los presupuestos y las ODCs . Mi futuro solo brillará si no la cago.
Leyendo un artículo escrito por Eugenio Mohallem llamado "Manual del trainee". En el cual se habla como se debe comportar un postulante a pasante creativo publicitario, que vicios se cumplen hoy en día--en los cuales no hay que caer--, recomendaciones a tomar nada bañadas de sarcasmo. Me doy cuenta que más allá de poder demostrar mis rayas en esta área --la cual me encanta-- , debo primero pintarme esos rayones y luego ir a morder más duro que los demás para recibir el tiempo para demostrarme y luego a esperar que me despidan o me ofrezcan un cubículo al cual pueda llamar "mío".
Me vine a la guerra y no he creado mi espada. Pues bueno, a darme de manos, porque no me voy a devolver por mi fierro. Algo así me siento en este momento, me cabe más de una duda, pero no se van las ganas de poder luchar. Hay guerras dentro de este medio, y yo quiero revolverme en este "meeting" de egos, ideas, premios, clientes, marcas, y personas.
Recuerdo, no hace mucho, el director creativo de una agencia me preguntó sí al menos tenía un blog, para así leer ideas mías. En el momento, muy sinceramente y con vergüenza dije "No, señor".
Ahora puedo ir y comentarle que tengo una redacción, que se puede leer y que no hubiese creado de no haber oído esa pregunta.
¿Cuál es la próxima movida? La carpeta, peludo. Y darnos de manos con los demás.