No lo entiendo, él nunca lloraba, es cierto que sus ojos lucían ojeras pero siempre decía que era porque su vida trascurría por la noche, no lo entiendo, él tenía la sonrisa mas bonita que jamas haya visto, además de que generalmente tenía un matiz pícaro; dios parecía tan sincero cuando sonreía. Pero es que no lo entiendo, nunca elevaba la voz, ni la mano, ni nada, era tranquilo, comprensivo. Nunca me prohibió hacer nada, nunca guió mis pasos, a decir verdad, la mayoría de las veces me dejaba a la deriva. ¿Sería porque el también lo estaba? Quizás creí nunca oir su llanto porque derramaba lagrimas todo el tiempo en silencio. Quizás nunca vi la desesperación en sus ojos porque su sonrisa era demasiado llamativa. Joder, estaba muerto pero era distinto a los muertos que se ven por la calle, en las películas. No era un depresivo, al menos no se mostraba como tal.
Le encantaba la fiesta, el alcohol, el tabaco y las drogas mas fuertes. Le encantaba la música, la que le hacía bailar, si, hablaba sobre la muerte, pero en un tono triste, casí como si hablase sobre una vieja amiga que en el fondo no quería volver a ver, aun que solo duraba un segundo, porque tras ese tiempo se levantaba y decía algo como :''¿Aquí no falta algo como...alcohol?'' Nunca te daba tiempo a pensar que quizás, algo en él no iba bien.
Tardé mucho en darme cuenta que algo en él no funcionaba, tardé tanto que no había marcha atrás, no, el chico del que hablo no está muerto, pero ojalá lo estuviera, ojalá las personas pudieran pasar pagina, olvidarse de él. Pero no pueden, siguen buscándole, pero él se fue, huyó lo mas lejos que pudo; huí de todo, de todos. El miedo era superior, así que simplemente huí, porque eso es lo que hacen los cobardes, y ya lo dijo ella. Eres un cobarde, que teme darse cuenta de que lo es.
Portada hecha por: Editorial_Bird