ADVERTENCIA: Es necesario haber leído la primera parte de esta historia (La Protegida) para entender de manera adecuada.
Dos años después, Cailyn continúa con su vida de la manera más normal que le resulta posible, intentando dejar atrás cada una las cosas que la hicieron sufrir. Sin embargo, no todo sale como lo pensaba.
Nueva vida, nuevos propósitos, pero antiguos recuerdos.
La inseguridad, problemas de autoestima, falta de motivación causarán estragos en su nueva relación sentimental.
Como si no fuese suficiente, el pasado golpeará a su puerta de manera brutal en muchos sentidos.
Pensó que todo había acabado, a pesar de haber perdido a quien más le importaba, al menos le quedaba su seguridad.
Pero está equivocada. Su vida está lejos de regresar a la normalidad.
¿Será Caylin capaz de salir ilesa nuevamente?
Ethan Hayes había viajado al peligroso mundo de los cómics de Marvel. Afortunadamente, estaba equipado con un sistema que le permitía obtener el poder de la Fruta Helada, sin la maldición que normalmente la acompañaba.
"¡Maldita sea, Ethan!", gritó Gwen Stacy. "¡Este es mi nuevo traje de Spider en blanco y negro, y ahora está hecho trizas!"
Wanda Maximoff se cruzó de brazos y lo miró con severidad. "Ethan, ¿ese movimiento de voltear la Torre Eiffel? Todavía no lo estás haciendo bien. Y para que conste, la puerta de mi habitación no se cierra esta noche... Sabes lo que eso significa".
Natasha Romanoff, también conocida como la Viuda Negra, suspiró con frustración mientras miraba el termómetro. "¿Por qué llega a 40 °C un segundo y luego baja a 0 °C al siguiente? ¿Qué te pasa?"