Esta es mi historia, soy Melannie, tengo 17 años y curso en 5 de preparatoria, mi familia es religiosa, aunque casi no me involucró en esos temas, pero ellos son mi gran motor, y quiero ser una buena escritora cuando me gradué.
Un día saliendo de la escuela, me tropece con una piedra cayendo al piso fuertemente con la mala suerte de quedar inconsciente, después sentí una presencia, en ella unos brazos llevandome a una banca , ¿Quién era?, no recuerdo muy bien pero ya despertando de mi inconsciencia pude ver que trataba de un chico que reflejaba misterio y cabellos negros. Lo que no puedo olvidar de él son esos preciosos ojos cafeces que me veían con intensidad, como si quisiera leer mi alma de alguna forma. Logré decirle gracias, pero él solamente sonrió y desapareció entre la gente.
Y hoy solamente pienso si volveré a ver aquellos ojos.
¿Será que ese chico es sólo uno más en los que nunca vuelvas a saber? ó ¿Ese chico sea tú perdición?.
No lo sé, me gustaría saberlo, aunque siento temor de averiguar eso.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.