Es una historia de amor, amistad, de autodescubrimiento, y en el fondo es sólo una historia de vida.
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-Vamos chicos, cuéntenme, ¿Qué ha pasado desde que me fui? -digo sentada en el banquillo. Ellos se miran uno al otro con una mirada cómplice y ríen.
-¿Segura que quieres que te contemos? Quizás es demasiado para una nenita como tú, Minerva. -Dice Knox palpando mi mejilla.
-Yo creo que lo importante es que nos cuentes que has hecho tú, porque lo que sea que es, parece haber surtido efecto. -comenta Jan. - ¿O es que será demasiado para dos cachorritos como nosotros, Minnie?
Sonrío y lo pienso por un momento. Debato entre contar o no contar, y por último me decido por la segunda. Entonces los veo a ambos y me tomo mi cerveza en un sorbo.
-Vamos a bailar.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.