- ¡OYE, HEMSWORTH! - Al escucharme, se paró. Estaba a unos metros de mi. - ¿Es eso? ¿Sientes vergüenza de mi? En ese caso, no debiste haber entrado a mi auto.- Solté, con rabia. Luego de unos segundos que me parecieron una eternidad, negó con la cabeza y se volteó lentamente. Camino hasta llegar a centímetros de mi, haciendo que me paralice por su proximidad. Automáticamente bajé mi cabeza. Sentí que unas manos suaves se posaron tiernamente sobre mi mentón, haciendo que levantase la mirada. Está tan cerca que nuestras respiraciones chocan. Siento como mi pulso se acelera a media que se va acercando más y más...
Veo en sus ojos que está en medio de una batalla interna, aunque no sé por qué. Está a milímetros de mis labios cuando se aparta bruscamente y niega con la cabeza.
- Solo haz como que no ocurrió nada, Maddie.-Dijo. Se volteó y empezó a caminar dejándome sola, con una presión en mi pecho.
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