Nuestro vasto mundo esta poblado por millones de seres humanos, cada uno independiente de los otros, pero necesitado de todos a su vez, formando así comunidades de todo tipo por la supervivencia o el simple ocio, desde las mas banales creadas por amigos, hasta sociedades tan secretas y cuidadosas, que la lista de espera mínima para acceder a ella suele ser de 20 años. Ahora dime, ¿qué harías si un día llega a tu buzón una carta, que te felicita por tu acceso a una de las sociedades mas secretas del mundo y tu ni siquiera tuvieses constancia de su existencia hasta ese preciso momento? Eso mismo me ocurrió a mi, Dean Castford, de 20 años, la mañana de un 20 de julio, el cual sería el ultimo día normal del que disfrutaría a partir de ese momento.