The end.

-Hija, ya sé que no quieres estar en un auto por diez horas, pero tienes que resistir, por tu abuelo, cariño.-Hablaba Robert mientras guardaba las maletas al estilo Tetris.

-Pero... ¿si tengo que ir al baño?-La pequeña de 6 años hacía pucheros.

-Iremos haciendo paradas, ya sabes, cada dos horas, supongo. Podrás hacer pis en el pasto.-Bromeó su padre.

Al estar todas las maletas en su lugar, y todos sentados donde deberían; Rose de copiloto, Lukas en el asiento trasero junto a Chloe, y Robert conducía. Eran una familia muy feliz.

Saliendo del barrio, Chloe pudo ver por la ventana a un hombre que caminaba lento y encorbado, era flaco y arrastraba sus pies por la acera, se veía un poco extraño, pues parecía que su hombro estaba dislocado. A la pequeña no le pareció raro, pensó que era un anciano, y no le vio la cara ya que estaba dado vuelta.

Pero se dio vuelta, atraído por el ruido del motor. Su cara perturbó a Chloe. Tenía unas grandes ojeras, se veía descompuesto, y su cara estaba más pálida de lo normal. Chloe pudo alcanzar a ver sus dientes, pues éste gruñó; estaban horribles y parecían tener sangre.

Siguieron avanzando, y Chloe no pudo terminar de analizar a la persona.

No había nada ni nadie en las calles, así que nadie sospechó nada, excepto Chloe, que estaba pensando decírselo a su familia, pero la tomarían como loca.