Como si de una muñeca de porcelana se tratase. Ella no hablaba, ni mucho menos sentía. Su rostro tan inexpresivo, pero su mirada, que a la vez tanto contaba. Como una preciada obra de arte, ella era tal cual un ser divino. Soñado en realidad, pero, jamás amado. Ni mucho menos deseado. ° Carla Tsukinami. One-shot