Hay secretos que jamás deben ser revelados, secretos que pueden causar cosas horrorosas si salen a la luz, secretos que pueden cambiar definitivamente la forma en la que ves el mundo...
Encontrar a la pareja que el destino tiene para ti es lo mejor que le puede pasar a un cambia formas y lo que Jay no sabe es que una simple salida puede cambiar su vida.
Al llegar al restaurante del pueblo luego de un día largo en la academia, Jay percibe un olor encantador, uno como ningún otro, pero al mismo tiempo una insoportable opresión en su pecho comienza a incomodarle. Cuando se propone a encontrar el origen de ese olor, descubre que la persona a la que le pertenece es su pareja.
Yuuki, un chico de origen japonés cuya familia lo echó de su casa meses atrás, piensa que su vida no va a mejorar nunca; con una infancia llena de todo tipo de abusos por parte de su padre, sin la capacidad de ver y con una adolescencia dirigida a la prostitución, lo único que desea es terminar con toda la miseria que no pidió pero que por alguna razón la vida se empeña a darle. Luego de meses en la calle y sin fuerzas para seguir adelante, un grupo de hombres lo atacan en el callejón de un restaurante, pero a él no le importa nada más.
El destino tiene otros planes y hace que Jay se presente en el momento justo, lo que el destino nunca dice es si Jay podrá cargar con las maletas de Yuuki ya que el pasado del chico amenaza con obstruir su relación, el regalo que tanto esperó por parte del destino está cubierto con un feo papel de regalo y, con el pasar de los meses, descubre que debajo de todas las capas que cubren al encantador chico, hay un joven solitario que lo único que necesita es el amor y la comprensión que él puede darle como pareja.
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Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.