No sé como he llegado a una tierra desolada como esta o por qué, de hecho no sé nada de mi vida. Este lugar en el pasado habrá sido hermoso y lleno de vida pero de ese pasado sólo queda la certeza de que ya es pasado. Aquellos pocos que no han partido a zonas lejanas afirman que toda esta tierra está maldita y abandonada de la mano de los dioses. A pesar de las advertencias viajaré por el lugar buscando saciar mi sed de aventura, ignoro qué me encontraré durante el viaje y tampoco sé si vuelva a escribir algo. De nuevo parto sin rumbo fijo. ¡A donde me lleve el viento!