¿Sabes esa sensación de alegría e histeria? ¿Esa que te da ganas de saltar y gritar estés donde estés y estés con quien estés? Una emoción habitual en adolescentes como yo. Estoy segura de que todo adolescente ha pasado por esa etapa. La etapa en la que endiosas a un personaje público hasta tal punto de sentir esa sensación cada vez que algo tiene que ver con él.
Por cierto, por si os lo preguntabais, no, yo no soy una excepción. Es más, mi ídolo era, es y será Shawn Mendes nada más ni nada menos, el tierno y divertido cantante y compositor. Sí, le sigo en Instagram, y sí, le he enviado más de un mensaje aun sabiendo que nunca lo leerá.
Lo admito: soy una fan de Shawn Mendes y de su música.
¿Que qué tiene de especial mi historia?
Bueno, todo empezó...
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?