Siempre me han dicho que las amistades no son buenas, que no todo lo que brilla es oro y que hay lobos vestidos de ovejas, pero no todos aparentan ser lo que pensamos que son. Hay personas buenas llenas de alegría, de buena vibra que nos llenan el alma y nos tranquilizan en épocas de tristeza, en épocas de soledad, acuden a la herida sin que nadie los llame, siempre entran y están con nosotros cuando nos sentimos solos y nadie más está con nosotros. Hasta incluso en días de alegría en donde nos complementan con risas, chistes, abrazos y juegos y demás. Estar con aquellas personas nos da una sensación de tranquilidad, de paz interior en nuestro corazón, porque se ganan nuestro afecto, nuestro cariño con tan solo una palabra o un simple gesto. Nos quieren a pesar de que estemos deschavetados, a pesar de los malos comentarios, siempre están con nosotros en la dificultad, en la felicidad. Por eso siempre cuidare de mi amigo porque sé que vale mucho y no le fallare por nada... Para Andrés Camilo Pulido.
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