-Eres demasiado terca-dijo en un suspiro. -Vete a la mierda- dije molesta. Él rió y sujeto mi cintura para unir nuestros labios en un apasionante beso. Esta es la historia de como conocí al imbécil de Pierce y de como logro enamorarme con tan solo su mirada. Empezamos conociendo el uno al otro. No todo fue perfecto. Pero lo disfrute. Por supuesto. Una relación que me llevo a elegir entre dos cosas muy importantes. Que con el tiempo, tal vez me arrepienta... Prohibida su copia.