En ocasiones la vida te sorprende de tal manera que no puedes evitar ciertas situaciones, o las desagradables consecuencias que pueden generar las decisiones ya sean buenas o malas que has tomado. Lamentablemente no lo sabes hasta que ocurre.
Él nunca se imaginó que esa noche cambiaría su vida por completo, esa vida tranquila que había mantenido con su pareja.
Su noviazgo lo habían disfrutado por dos años, a pesar de que eran unos chiquillos, es cierto, pero el amor mutuo que sentían era tan grande que no soportaban estar uno lejos del otro, así que decidieron vivir juntos, una relación que contra todo pronóstico y a pesar de las exigencias de su trabajo había logrado sacar adelante.
Ella era una chica enamorada, no veía sino por los ojos de él, hasta que un día su mundo se desmoronó por completo, dos años como novios y cinco de vivir juntos había ido a parar al traste.
Ella se había marchado sin decir nada, agotada de pelear, de dudar, llorando por no tener respuestas.
Él solo en su cama, sintiendo un inmenso dolor en su pecho por la partida de su amada, recordando cada momento vivido, recordando una y otra vez los errores cometidos.
¿Podrá el tiempo curar las heridas?
¿Existen las segundas oportunidades?
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