Sé que no soy lo que esperabas. Se que tú te imaginabas al amor de tu vida como una mujer distinta. Probablemente como una muchachita delgadita y güerita, con los ojos azul cielo y la tez blanca como la leche. Cabello largo, con moños. Abnegada, delicada, que use vestidos a diario y flats. Que no se pintara el cabello. Algo así como las buenas esposas de los 50s. Que cocinara, que no opinara, que te escuchara antes de hablar y que fuera profesora o doctora en alguna rama de las ciencias. Que te retara pero no de verdad, que físicamente te prendiera y que mentalmente dijeras "que bueno que piensa como yo". Que leyera los mismos libros que tú.
Cualquiera...
Menos yo.
Porque yo no soy tu tipo de chica ideal.
Porque yo no soy delicadita, ni pequeñita, ni abnegada, ni callada. Me pintaría el cabello diario de un color distinto si no estuviera enamorada del azul. Encontré que me gusta más mi cabello corto que el largo. Odio los vestidos y mis jeans tienen más agujeros que el Gran Cañón metros de largo. Mis playeras largas y mis Converse te han de dar pena, además de que suelo ser un poco agresiva, impetuosa y valemadrista. No me importa lo que piensen los demás, y soy frágil, pero me rodean muros de hierro que me impiden desmoronarme. Te reto, te contradigo, soy una escritora nata y filosofeo y creo en los dragones y los atrapa sueños y en cosas imposibles y fantasiosas. Probablemente me vuelva una vagabunda, pero seré feliz. Te reto demasiado y no concuerdo con lo que crees y dices.
Se que no soy el amor de tu vida ni de lejos.
Pero me gustas mucho, idiota arrogante y prepotente.
Si alguna vez sentiste que no podías más, si te rompieron el corazón, si confiaste a ciegas y te apuñalaron por la espalda, si creíste que después del dolor no había nada más, este libro es para ti.
En Valentía II encontramos el reflejo de alguien que supo abrazar el dolor y convertirlo en vuelo, como un colibrí renaciendo después de una noche fría de invierno. Kelbin, una vez más, abre las puertas de su alma para mostrarnos que cada caída no es más que un impulso para ser valientes y continuar.