«Me sentí plena el día que me becaron en la especialidad de équidos para hacer mis prácticas de veterinaria. Me asignaron la finca de los Becks, un lugar precioso en un enclave único donde conocí algunas personas, disfruté de los caballos como nunca antes y logré conectar con mi parte más olvidada. Todo parecía marchar como debería, pero mi espíritu siempre inquieto e insaciable de curiosidad me llevó a descubrir pronto y sin querer que muy cerca de mí había personas que no eran del todo transparentes. Observadora y vivaz como siempre he sido, empecé a notar que ciertas cosas no encajaban, y antes de que me diera cuenta, me encontré envuelta en una trama de mentiras, secretos, seducción y revelaciones que nunca pensé posibles. Entonces tuve que buscar la manera de salir de allí, desvincularme de cualquier cuestión que pudiera perjudicarme y alejarme de Caleb Becks y Wyatt Malone, dos perfectos desconocidos de quienes ni siquiera tenía claro que pudiera fiarme».
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.