Está bien. Los profesores no son angelitos caídos del cielo, eso ya lo sabía todo el mundo. Pero hay diferencias entre ellos: están los malos, los peores y los demonios sobre la tierra. Y, asándolos a todos en el té de las cinco, está Eduardo Ramírez. Pero hasta los peores de entre los diablos tienen un punto débil, y es cosa tuya descubrir el de aquel que te ha tocado.
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