Hola, me llamo Maia, Tengo 15 años y vivo con mi familia adoptiva des de los cinco años. Soy de estatura media, morena y con ojos grises.
Mi familia esta compuesta por: Águeda, mi "madre" adoptiva, una mujer insufrible de cuarenta y tantos que se dedica a castigarme a la mínima que hago, y a la cual me niego profundamente a llamarla "madre". Mi padre, Alfredo, un hombre alto y delgado de cincuenta años, él es el único miembro de la familia que me aprecia, y al que aprecio. Olalla, que decir de mi queridísima hermana (¡Que se note ese sarcasmo!), tiene 16 años y es de las populares, lo cual implica que se comporte como una p**a. Y por último la niña mimada de la familia, Aitana, tiene diez años y lo dicho, es una niña mimada.
Vivimos en un chalet enorme en San Francisco, y diréis: "¡Y se queja la tía esta!" Pues si, mi casa es demasiado lujosa y frágil; todo, TODO se rompe a la mínima, hay un millón de reglas (las cuales no me consigo aprender) y no va para nada con mi estilo sencillo y alocado, por lo que me juzgan constantemente sin conocerme.
Si quieres conocerme y saber mi historia, sigue leyendo
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".