Choromatsu lo percibía, siempre había estado ahí, pululando hambriento por un momento de debilidad de su parte, le aterraba hasta los huesos. Nadie podía verlo, asì que su madre le había llamado esquizofrenia. Èl, el perturbador extraño, se hacía llamar un demonio. (OsoChoro) (Choromatsu x Osomatsu-demonio)