(Continuación de Fideos al Horno) En el momento en el que Lena despierta en aquel enfermizo hospital, decide que es hora de dar un vuelco a su vida. Corta los lazos con todo el mundo a su alrededor y se encierra en un caparazón del que promete no volver a salir jamás. Los años pasan, y por otra parte, Leo empieza a formarse un futuro. Con sueños de grandeza, desea ganar el concurso de la escuela en la que estudia cuyo premio será decisivo para sus amigos. El destino hace que el futuro de ambos se junten en la ciudad de Lyon, golpeando de lleno a Lena con la maza de la realidad, haciéndole ver que no todo es tan sencillo en el mundo en el que ella quiere desenvolverse: la música.