Todo empieza cuando abres los ojos, o termina. Encojes las manos en puños, notas todavía todavía la brisa, por tu piel, y por tu pelo. Tu mente vuela a lugares distintos, a momentos distintos. Tu mirada deja de ver hacia afuera, empieza a mirar hacia dentro, que resulta ser mucho más grande. Tus labios comienzan a susurrar cosas sin sentido que ni siquiera tu puedes llegar entender. Vuelves a cerrar los ojos y la brisa se hace más fuerte, o al menos así te gustaría que fuese. En tu mente no hay un límite ni un comienzo. Recuerdas, sólo un camino, un camino que vas recorriendo sin apenas darte cuenta, ya que no pisas el suelo. Es liso, y no puedes tocarlo, alguien te lo impide. ¿Por qué no me dejan tocarlo? Te duermes. En medio de la noche vuelves a abrir los ojos y ves el camino. Vas a tocarlo y en cuanto lo haces te caes. Sientes algo extraño, dolor. Nunca antes lo habías sentido y te cuesta encajarlo, aunque el dolor no es para nada fuerte . Todo se vuelve oscuro y quieres gritar, lo intentas pero no puedes. Al levantarte ya se ve con claridad. Así que sólo caminas...All Rights Reserved
1 part