Estaba aterrada, simplemente no sabía que hacia en este lugar, atada a una silla de manos y piernas, solo podía apreciar la oscuridad misma. Después de haber deseado el desaparecer de la faz de la Tierra y esto se hacia realidad y tenia miedo...¿Acaso no esto era lo que deseaba? -¿Donde estoy?-Solté con un pequeño hilo de voz con la esperanza de que nadie me respondería...pero me equivoque. -En mi casa-Dijo una voz masculina que me hizo temblar pero al mismo tiempo me sorprendió lo masculina que se escuchaba. Perfecto ahora estoy alucinando con angeles que bajaran del cielo con sus arpas magicas y me cantaran una canción de cuna mientras me desatan para salir volando de aquí. -¿Que quieres de mi?-pregunte a la nada, porque en sí no veía nada, mire a mi lado derecho y no habia nada, despues volteo al lado izquierdo y pude apreciar unos ojos color grises que me miraban atentamente y con mucho humor. -Solo quiero divertirme un rato, tranquila pequeña, solo son cosas de negocios-respondió mientras escuchaba como lentamente se alejaba. -¡Espera! ¡No puedes dejarme aqu...-Sentí rapidamente una cosa filosa en mi cuello sintiendo como lentamente esta me cortaba para despues sentir una gota de sangre caer provocando que me estremeciera. -No grites...-amenazó aquella voz mientras me miraba nuevamente pero esta vez sus ojos mostraban un vacio, la nada.-O si no te mataré. ¿Has pensado alguna vez en desaparecer? ¿Qué pasaría si ese pensamiento se hace realidad? Y peor...¿Qué pasaría si te enamoras de tu secuestrador?All Rights Reserved