PRÓLOGO Ella, iluminaba la noche en la fría obscuridad con su reflejo, sus mejores amigas las estrellas le ayudaban a iluminar. Él, daba brillo a la mañana, sus amigas las nubes pintaban de blanco aquél cielo azul, calentaba a las personas en la tarde, dando paso a la obscuridad de la noche. Ellos, separados por el inmortal fuego de la hoguera, el fuego entre piedras y lagrimas en sus mejillas...todo por un secreto. Ahora son llamados el Sol y la Luna.