- Tu lo que necesitas son un par de nalgadas, niña malcriada. - ¿Quién me las va a dar? ¿Tú? - No tienes tanta suerte.-Me levanto y quedo frente a él. - Esto fue solo una probadita de lo que puedo hacer, así que por tu bien te aconsejo que no te vuelvas a meter conmigo. - Ya hable con tus padres, estás en problemas. - Uy, pero que malote. Me acusaste con mi mamá, mira como tiemblo... No sabes el poder que puedo ejercer sobre la gente. - Eso está por verse.-Se acerca a mi rostro invadiendo todo lo que puede llamarse espacio personal.All Rights Reserved
1 part