Quise empezar por el principio pero me salió mal la jugada... Sólo lo quería a él , y eso me estaba jodiendo por dentro. Saber que yo estaba ahí por él , pero él no estaba ahí por mi...
Joder que le costaba decirme no te ilusiones te estoy utilizando , NADA no le costaba NADA.
Ahora yo soy adicta a él, pero él me esquiva, no me mira, se volvió frío y distante. No lo soporto más, quiero decirle todo pero no puedo, no me salen las palabras cuando lo miro... Miro esos ojos marrones e inocentes que un día me quisieron, no puedo respirar cuando sonríe y no es por mi, me mata.
En estos momentos estoy más muerta que viva, juré no volver a llorar por él pero es que... me puede, y me pueden las ganas de abrazarlo, de besarlo de ser suya de nuevo, joder me gusta de verdad.
Pero lo acepto, acepto que hay chicas mejores, chicas que lo hacen feliz , cosa que yo no conseguí.
Quizás sea el momento de decirle adiós para siempre al amor de mi vida, a mi todo y a mi nada...
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.