Amado Rafael.

Fue un 10 de Octubre de 2009. Desde el primer día que te vi me enamore de ti, pero no puedo tenerte mi amado Rafael. Te amo, te amo con el corazón y el alma, eres inalcanzable como la estrella más distante del universo, tú eres mi universo.
Sé que hice bien en enamorarme de ti porque tú nunca me lastimarías, estas acostumbrado a recibir tantos amores irreales que piensas que el mío también lo es; pero no, yo te amo de verdad a pesar de que no te pueda tener. Tú, tú amas a otra; la amas a ella que si esta a tu nivel, a tu altura, ella si esta en tu universo. Pero apostaría mi vida a que ella no te ama como yo, que no estaría contigo en todo momento. Pero tú la amas y contra ese sentimiento no puedo hacer nada; si tú eres feliz con ella para mi esta bien, yo me conformaría con solo verte.
Una vez, hace mucho, tuve el honor de hablarte... juro que fue uno de los días más felices de mi vida; mi corazón saltaba de alegría, de emoción porque sentí que, de alguna manera, estabas cerca de mí. No podía creer que sin querer logre comunicarme contigo. Que felicidad, sentí que mi vida tenía luz, una luz que podría iluminar el universo entero con una energía y un amor tan puro que podría borrar toda maldad del mundo.
Te seguiría hasta el fin del mundo, con tal de que me regales una mirada tuya y esos bellos ojos verdes tan transparentes, tan llenos de pureza, honestidad, amor... tan llenos de magia; una magia que nadie puede entender, ni si quiera yo. Te amo y te doy mi corazón porque solo tú podrás curarlo y cuidarlo con esa bella sonrisa que brilla como fuego solar.