Mis padres no saben cómo soy en realidad, y lo peor de todo es que yo tampoco sé cómo son ellos. Creía tener una familia, pero son los que más daño me han acabado haciendo. Para mí, solo han acabando siendo aquellos que me trataban como una niña y esperaban que actuara como una adulta. Odio el sentimiento cuando realmente no tienes emociones. Te sientes vacío; no estás feliz, no estás triste. No soy nadie, no sé quién soy. Pero por lo que parece, si hay algo peor que juntar a dos hermanas, es separarlas.