La valentía del índigo, lo fuerte que es, pero al mismo tiempo débil e inocente, de un tono encendido pero silencioso, abruma a cualquiera que lo observase, difícil de quitar los ojos, difícil de ignorar...difícil de no desear. Codiciar ese índigo hermoso y cautivador, el que solo poseía un índigo básico y detestable. El sucio, sin forma, escuálido, perturbador , sin razonamiento, pobre de ideas y conocimientos, ni hablar de sentimientos...Adán Dammit Hymns , en la industria "colorida" conocido como Gurume, joven de cuerpo pequeño, de posaderas sensuales y con más movimiento que cualquier bailarina experta, de delgados cabellos rojos que finalizaban en "s",ojos cafés con un borde ámbar, con un lunar pintoresco cerca de su labio inferior, tez blanca, pálida, llegándose a notar inicios de anemia y con antiguos quebrantos de salud que dejan evidencia de que la anorexia estuvo presente en ese cuerpo, nada interesante, ninguna gota de índigo. Solo se apreciaba la gran mancha de suciedad.Todos los derechos reservados