Era de mañana, una como cualquiera en la ciudad de Milán, Italia, mi día comenzaba como casi todos, el sol aun no salía pero la luz del claro azul del cielo ya entraba por la ventana haciendo que abriera los ojos, me levanté y tomé un baño, sentir la caliente agua recorriendo mi cuerpo desnudo era algo que me relajaba.