-Bien, tú ganas por tercera vez -exclamé, sintiéndome rendida y me levanté del suelo, dejando a un lado el juego de cartas para poder irme a recostar sobre mi cama y encender el televisor.
-Y sabes perfectamente lo que sucede en la tercera victoria, ¿cierto? -rogaba en mi fuero interno que lo hubiera olvidado, pero veía que no.
-Si, si. ¿Qué quieres que haga? -pregunté desganada.
-Esta vez no será fácil amiga... ¿Conoces a Cristopher? -no entendí el cambio rotundo de tema.
- ¿Qué diablos tiene que ver? -giré la cabeza para observarla, noté que me fulminaba con la mirada-. Bien, no. ¿Quién es? -estiró una mano para alcanzar su mochila, luego comenzó a buscar algo dentro de ella. Sacó una foto y me la entregó.
-El del medio -me comunicó.
Exactamente allí, se encontraba un muchacho muy apuesto. Lo había visto varias veces en la secundaria. Pelo negro, ojos color miel, un cuerpo... formidable.
-Oh, él... Lo crucé un par de veces y creo que compartimos una clase. ¿Quién es? -aún no comprendía a lo que deseaba llegar.
-El hermano de Aaron -Aaron Blake. Su novio.
Levanté la vista de la pequeña foto y examiné su rostro. Como era usual, tenía cara de idiota. Estaba enamorada, realmente. Reí y luego volví a mirar lo que tenía entre una mano. Recién ahí note que a ambos lados de él, se encontraban sus hermanos, Michell y el novio de Jeanette.
-Ajá si, ¿qué pasa con él? -quería llegar al fondo de todo esto.
Su voz empezó a sonar nerviosa.
- ¿Sabes? Un chico como él, sin pareja... es muy raro...
-Ya Jeanette, ve al grano -le dije, harta por el misterio.
-Debes enamorarlo -posé horrorizada mi vista en ella.
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
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En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱